TITULO ORIGINAL: Blue Velvet
AÑO: 1986
DURACIÓN : 120min.
DIRECTOR: David Lynch
GUION: David Lynch
REPARTO: Kyle MacLachaln (Jeffrey Beaumont); Isabella Rossellini (Dorothy Vallens); Dennis Hopper (Frank Booth); Laura Dern (Sandy Williams); George Dickerson (detective Williams); Hope Lange (señora Williams); Dean Stockwell (Ben)
FOTOGRAFÍA: Frederick Elmes
MUSICA: Angelo Baladamenti
GÉNERO: Drama - Intriga
SINÓPSIS
COMENTARIO
Lynch nos presenta un pueblecito tranquilo, de casas unifamiliares, con niños cruzando seguros la carretera, con jardines de vallas blancas y con rosas rojas y amarillas. Los bomberos saludan al pasar en sus inmaculados camiones, que parecen no haber sido utilizados nunca para apagar un fuego, y los hombres riegan el jardín mientras sus señoras preparan el almuerzo y una suave melodía suena en la radio. Es la América idílica, pero tras esa ilusión de perfección y felicidad, todo está a punto de estallar..
En la historia, el detonante de todo es el señor Beaumont, que sufre un ataque y es hospitalizado. A partir de ahí, las casualidades se van a ir sucediendo. Su hijo Jeffrey tiene que volver de la universidad para ocuparse del pequeño negocio de su padre. En uno de sus paseos, Jeffrey va a descubrir la oreja cortada de un hombre. Tras informar a un inspector de policía amigo de su padre, la trama se dispara. Jeffrey y Sandy, la hija del inspector, empiezan a investigar lo sucedido y a involucrarse en un mundo miserable y a la vez sensual y misterioso.
Desde el mismo comienzo de la película, Lynch nos desborda los sentidos. Las escenas están muy bien construidas, y la música se hace imprescindible para transmitirnos lo que está ocurriendo. Lo bizarre, lo extremo, se introduce de inmediato en la película. La mezcla del placer y del dolor, la humillación física, el deseo sexual... todo ello se nos va mostrando, y va haciendo mella en nosotros. Y es que Lynch sabe cómo hacer que el espectador reaccione, que no se distancie de la película, sino que se introduzca dentro y se sobresalte o se sienta seducido a la par que lo hacen los personajes.
cuando uno ya creía que la película era simplemente genial, Lynch nos la juega y nos demuestra que por interesante que sean la trama y la investigación, no todos son partícipes y la vida sigue adelante: Sandy Williams soñando con el amor verdadero que la salve del tedio del pueblo, su ex-novio con un ataque de celos, o la tía de Jeffrey viendo siempre películas de misterio y metiéndose en lo que no le importa.
Terciopelo azul tiene un final soberbio, no tanto por los diálogos o los descubrimientos que se puedan hacer, sino por la sensación de regreso a lo cotidiano. Un final que es la guinda para una película que en 1986 fue rompedora, provocadora, y eso sin llegar a mostrar realmente momentos de violencia extrema, ni tiroteos, ni sangrías. Es una película que pide mucho al espectador, pero que recompensa con creces. Pero ante todo, a pesar de lo extrañas que nos llegan a parecer algunas situaciones, es una película realista. Con diálogos, sentimientos y personajes que todos hemos dicho experimentado o conocido alguna vez, aunque quizá de forma no tan extrema.
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